Atención primaria en la mira: "Menos es más"

Atención primaria en la mira: "Menos es más"

Por Dra. Soledad Martínez

Jefa del Programa Políticas, Sistemas y Gestión en Salud

Este fenómeno ha sido denominado la “urgencialización” o “sapuificación” (debido al acrónimo de los establecimientos SAPU) de la atención primaria. Dicha situación se ha calificado generalmente como negativa ya que atenta contra el modelo de atención integral de salud familiar y comunitaria, el que lleva más de dos décadas siendo implementado en la APS del sistema público chileno.

Básicamente, la atención entregada en la urgencia para patologías sin riesgo vital no permite entregar una atención que cumpla con los tres principios irrenunciables del modelo de salud integral; que sea centrado en las personas, que dé cuenta de la multidimensionalidad del usuario (integralidad de la atención) y que entregue continuidad del cuidado, es decir que la atención sea percibida como un continuo, sin cortes ni interrupciones**. Por ejemplo, un hombre que llega a un SAPU con un cuadro de dolor agudo por un colon irritable, será tratado por el dolor, pero es poco probable que el médico detecte que el paciente no sólo presenta este cuadro sino que además está deprimido ya que se encuentra en medio de un proceso de divorcio. Esto podría solucionarse si el paciente consultara en una ocasión posterior en su CESFAM donde existiría la posibilidad de enfrentar esta situación con un enfoque familiar, sin embargo, esto se hace difícil ya que no hay horas disponibles en el CESFAM y además en su trabajo no le dan permiso para faltar al trabajo o llegar atrasado, lo que significa que tendría que perder un día de sueldo para ir al médico. La preferencia de los usuarios por la atención de urgencia da cuenta de que la atención de APS tiene aspectos que mejorar en cuanto a la centralidad de la persona, es decir, en dar cuenta de las necesidades y expectativas de éstas.

Se podría pensar, sin embargo, que esta tendencia no constituye un problema, dado que una mayor cantidad de atenciones de urgencia no es necesariamente perjudicial y puede ser interpretada como una mejora en el acceso a la atención de salud. Esto es parcialmente cierto, pero el problema se presenta cuando ese aumento del acceso a la atención de urgencia se hace, tal como parecen indicar los datos, a expensas de las atenciones no urgentes. Lamentablemente, estas últimas disminuyeron en un preocupante 54% entre 2009 y 2013, el último año en que los datos publicados por el Departamento de Estadísticas del MINSAL son considerados definitivos. Finalmente, cabe recordar que estamos hablando de consultas médicas; por supuesto existen atenciones de control de salud y atenciones de otros profesionales del equipo médico que pueden haber ido aumentando en el tiempo. Sin embargo, eso no obsta que un observador interesado pueda concluir que, al menos la atención médica en APS, va lentamente perdiendo su integralidad y continuidad.

¿Es realmente un problema? ¿Estamos atentando contra el modelo de atención integral al aumentar las atenciones de urgencia en APS? La urgencialización de la Atención Primaria de Salud es uno de los temas que se abordarán en nuestro Congreso Salud en Todas: Enfrentando un modelo en crisis, el cual reúne al IV Congreso chileno de Salud Pública y VI Congreso chileno de Epidemiología. Los invitamos a analizar este fenómeno y mejorar nuestro sistema de salud.

*Cálculos realizados con información disponible en www.deis.minsal.cl

**Ministerio de Salud. Subsecretaría de redes Asistenciales, División de Atención Primaria. Orientaciones para la implementación del modelo de atención integral de salud familiar y comunitaria. Dirigido a Equipos de Salud.

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