Odontóloga de la Universidad de Talca, Isabel Abarca egresó en 2010 del magíster en Salud Pública de la ESP y destaca que: “Me permitió contar con herramientas concretas e integrar experiencias aisladas para ponerlas en un contexto disciplinar, con conocimientos concretos y manejo de evidencias. Me entregó una fuerte formación metodológica, que hoy aplico en distintos ámbitos de mi trabajo. Mi área de trabajo en el Servicio es de Gestión, con énfasis en información sanitaria. Por tanto, las herramientas entregadas me permitieron prestar apoyo metodológico en distintos procesos, aunque no se trate de un estudio epidemiológico. El programa me ayudó a poner las ideas en orden y a ponerlas al servicio del trabajo que hago hoy, que no es como odontóloga, sino como salubrista”.
-¿En qué aspectos laborales específicos has tenido que desarrollar conocimientos del magíster?
-Llegué a hacerme cargo de un área de la que depende el equipo de Estadística. Si bien en el magíster aprendí Bioestadística, el manejo de datos me permitió de entrada poder hacer un diagnóstico adecuado y planes de mejora continua en calidad, consistencia, oportunidad de registro e información estadística existente en la red asistencial. En el periodo que estudié teníamos el ramo ‘Diagnóstico de situación de salud’ y respecto a cómo se aborda a nivel comunal este tema, había poco apoyo o asesoría de los servicios de salud en esos años. Hoy, desde nuestro equipo en que trabajamos dos salubristas de la Escuela, nos hemos incorporado apoyando metodológicamente el proceso y fortaleciendo lo asociado a levantamiento y análisis de información para el diagnóstico de las comunas del área Norte. En el mismo ámbito hemos ido replicando nuestra formación a través de capacitación a los equipos de salud en manejo de información asociada a Diagnóstico y Planes de Salud. Otras áreas en que puedo decir que aplico lo aprendido, es en gestión de información de demanda y lista de espera, así como monitoreo y evaluación de programas o actividades de la red. Actualmente además, llevamos adelante un estudio asociado al proceso de Urgencialización en que hemos velado por que tenga el mayor rigor metodológico posible.
Y agrega que: “El magíster tiene harto de lo que requiere la realidad, porque uno pensaría que es solo un grado académico, pero el perfil del programa tiene ámbitos de desarrollo profesional más que académico. En mi caso, yo quería ser especialista y poner en práctica en la realidad mis conocimientos y habilidades, por sobre quizá a generar conocimiento nuevo, es ideal que el programa logre esa mezcla. El programa fortalece la formación profesional del personal que trabaja en el sector público. Pero también permite derivar hacia la línea de generación de nuevos conocimientos e investigación para quienes les interesa esa área”.
Isabel decidió ser salubrista mientras estudiaba Odontología. “Postulé al Ciclo de Destinación y Formación del Ministerio de Salud y me fui a la región del Maule por 5 años. Al terminar, me aseguré de tener un cupo en el magíster. En mi carrera tenía una limitación porque la beca es para especialidades médicas y odontológicas y la especialidad para médicos salubristas era para médicos, no para odontólogos. Entonces tuve que esforzarme para alcanzar ambos desafíos, en lo que muchos colaboraron”.
-¿Por qué realizar el magíster en la ESP?
-Ni siquiera pensé en otro lugar. Había elegido la Universidad para estudiar Salud Familiar y Promoción de Salud lo estudié en Madrid, cuando estaba trabajando venía a tomar cursos acá en la Escuela o a la Escuela de Verano, lo que me permitió conocer el enfoque. Por tanto, mi referente para formarme siempre fue la ESP, comparto la mirada laica y visión de país que tiene y para mí era el referente.
Hasta el 31 de agosto puedes postular al magíster en Salud Pública desde aquí.
Sandra Vargas B.