Académica ESP trabaja activamente en Plan Nacional de Erradicación de la Silicosis

Académica ESP trabaja activamente en Plan Nacional sobre silicosis

Hasta hace un tiempo la silicosis se asociaba generalmente al rubro de la minería, sin embargo hoy se ha extendido a otros 56 rubros en total, entre ellos construcción y laboratorios dentales. Por ello, el jueves 14 de mayo se realizó el seminario Silicosis en Trabajadores: Abordaje de una Enfermedad Oculta, organizado por el Instituto de Administración en Salud (IAS) y la Escuela de Salud Pública UCh.

Allí, la académica Nella Marchetti presentó el Plan Nacional de Erradicación de la Silicosis, el cual nace “a propósito de 3 pilares: primero, en 2002 un grupo de trabajadores con silicosis de una compañía minera presentó un recurso a los parlamentarios donde reclaman el derecho a tener información sobre el riesgo de la silicosis; fiscalización de los organismos del Estado; y derecho al acceso a la atención médica que no era satisfactoria. Segundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en conjunto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en vista de que la silicosis seguía siendo un problema de salud ocupacional y de salud pública, decide invitar a los países a elaborar un plan global para la erradicación de la silicosis y ofrecer asistencia técnica para promover que los países tomen medidas al respecto. Y tercero, tiene que ver con un estudio que hizo el ISP donde quedó en evidencia que de 32 rubros evaluados, un alto porcentaje tenía niveles de concentración superiores a la norma de sílice. En vista de estos 3 aspectos, el Parlamento recomienda a los ministerios de Salud y Trabajo enfrentar el control de riesgo de la silicosis que se materializa en este plan”, asegura.

Dentro de los logros de este plan destaca que “es el único programa de Salud Ocupacional que ha sido consistente, participativo, multisectorial y multidisciplinario, donde confluyen aspectos que refuerzan y validan esta decisión. El tema de la participación de los trabajadores no estaba considerado en ninguna parte, excepto en la ley a través de los comités de Higiene y Seguridad que no funcionan bien y son solo para empresas que tienen más de 25 trabajadores. El segundo factor importante es la formación de mesas tripartitas, una nacional, un comité ministerial que da lineamientos y mesas regionales. Todas funcionan con la participación de trabajadores, empleadores, universidades, organismos de la administración del estado, entre otros. De esta manera la comunicación ha fluido y mantiene el interés por la participación que también es un pilar importante”, enfatiza.

-¿Cuáles han sido los avances en esta materia?

-El tripartismo, la multisectorialidad, la capacitación a dirigentes gremiales para ser monitores de la implementación del plan en asociaciones gremiales y empresas; normas que establecen requisitos mínimos que deben cumplir los programas de vigilancia ambiental y salud para el riesgo de sílice; capacitación de médicos certificados para la lectura de radiografías con técnica OIT para el diagnóstico de silicosis; implementación de radiografía digital en vez de análoga, que facilita mucho la calidad de las imágenes y la rapidez de la lectura; la implementación de la página web www.planerradicacionsilicosis.net; la inclusión del estudio y análisis de este plan en los cursos de Higiene y Prevención de Riesgo de la ESP para fomentar la prevención; y el trabajo conjunto entre los ministerios de Salud y Trabajo que es inédito, porque ha funcionado sin conflictos, y ha mantenido el trabajo y entusiasmo de las mesas tripartitas.

Aspectos pendientes

Según la docente, “la cobertura de los programas de vigilancia de un 10 y 12% sigue siendo baja puesto que con ese nivel no va a haber impacto, porque se ha demostrado que se requiere al menos un 35% para lograr resultados deseados. Los programas de vigilancia ambiental deberían tener la cobertura de todo el universo de empresas con riesgo de sílice, de tal forma de conocer el universo de trabajadores expuestos, su nivel de exposición, y de riesgo. Lo que permitiría incorporar a todos los trabajadores expuestos en programas de vigilancia médica y pesquisar precozmente una alteración indicativa de silicosis en su etapa inicial, con mayor probabilidad de que esta no evolucione a etapas más avanzadas. Por otra parte, la vigilancia solo entrega información de utilidad para tomar decisiones orientadas a controlar el riesgo en el origen donde se genera y corregir los procesos. Como última medida el control debe hacerse utilizando equipo de protección personal, puesto que representan una carga adicional del trabajo por la incomodidad de su uso".

Respecto a los sectores más afectados, la académica explica que: “Antes se pensaba que era la minería, pero ahora, según los avances, hay 56 rubros con riesgo de exposición al sílice. Esto no quiere decir que solo la presencia de sílice sea un riesgo, sino que el contaminante se encuentre en una concentración superior a la norma y que el trabajador se exponga por tiempos prolongados. La silicosis es una enfermedad mortal e irrecuperable. El trabajador empieza a tener síntomas, se forman los nódulos en el pulmón y aunque se retire del trabajo, la enfermedad sigue evolucionando en forma independiente".

La falta de programas de vigilancia con suficiente cobertura y la fiscalización débil son los puntos más débiles de PLANESI. Se ha encontrado casos de silicosis en las salas ERA (enfermedades respiratorias del adulto) que han sido diagnosticados como EPOC, esto se traduce en un gasto adicional que no corresponde al sistema público de atención y por otro, el trabajador afectado no recibe los beneficios del seguro de la Ley 16.744, agrega que: “El tema de control de riesgo en el origen y la pesquisa oportuna de trabajadores enfermos son imprescindibles para controlar la silicosis. Ahora no creo que sea posible lograr la erradicación en 2030, pero vamos a mejorar sustantivamente la situación. Este es un programa único que hemos logrado que camine y se ha mantenido entusiasmo y voluntad de avanzar”.

Al hacer una estimación de la gravedad del problema, considera que "hay sectores más vulnerables como los pirquineros, no así la gran minería, la construcción es especialmente preocupante por la gran cantidad de personas que ocupan y que no permanecen en el mismo puesto de trabajo por lo que la vigilancia de la exposición resulta difícil. Los laboratoristas dentales son un foco nuevo de exposición de silicosis aguda y acelerada. Hay un caso que se manifestó en menos de 7 años y lo habitual es a partir de los 30 años”.

-¿Cuáles son las medidas de prevención?

-Primero la empresa no debería exceder los valores de la norma, debe informar de los riesgos a los trabajadores, es obligación del empleador; la fiscalización debe ser más exhaustiva y más frecuente; la capacitación de los trabajadores debe ser universal, así como la formación de expertos en prevención de riesgos e higienistas ocupacionales deben conocer el PLANESI y su gestión integral.

-¿Cuáles son las metas inmediatas en este plan?

-Aumentar la cobertura, mejorar la fiscalización y los sistemas de información que trabajamos con la SUSESO y Minsal. La ESP tiene especial preocupación por el tema de la silicosis: imparte un curso de lectura de radiografía, integra el análisis del plan en los cursos de Higiene y Prevención de Riesgo, lidera seminarios y reuniones con dirigentes sindicales.

Sandra Vargas Bravo

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