Prof. Dante Cáceres
Jefe Programa Salud Ambiental,
Escuela de Salud Pública
A dos meses de los aluviones en Atacama queda claro que los principales desafíos en relación a contaminación no son menores e implicarán tareas de mediano y largo plazo que deben ser sistemáticas y permanentes en el tiempo, alejadas del perfil mediático, con que a veces se diseñan e implementan políticas públicas en el país.
El Ministerio de Salud informó que la presencia de minerales está bajo la norma, dando a conocer valores referenciales de estudios de evaluación ambiental realizados en lodo y suelo tras los aluviones en el norte del país.
En principio la información es clara y precisa y lo importante es que la autoridad sanitaria está tomando medidas. Sin embargo, lo relevante es que la Secretaría de Estado mantenga el muestreo seriado para ir evaluando como van variando los metales en el tiempo.
El que los metales hoy estén bajo la norma anual establecida implica un nivel de resguardo que está asociado a los potenciales efectos en un período menor a un año y, en este caso, la autoridad tiene claro que los parámetros referenciales considerados están asociados a una exposición subcrónica de a lo menos un año. Vale decir, los valores referenciales bajo la norma corresponden valores de exposición de corto plazo y no tienen relación con valores de mediano y largo plazo. Solo podemos asegurar que con la actual presencia de metales pesados no hay "consecuencias" para la salud asumiendo que la personas etaran expuesta durante a lo menos los 12 meses.
Cabe destacar que el informe del Ministerio de Salud indica que dependiendo de la duración de la exposición, los efectos pueden ser agudos y/o crónicos, por lo que es muy relevante continuar con las mediciones ya que una exposición crónica, evidenciará efectos en el largo plazo.
Estamos frente a un evento de características extremas, que -afortunadamente- ocurre en escalas de tiempo espaciadas, pero luego volvemos a lo que podemos llamar "normalidad" y nos olvidamos del tema. Los contaminantes permanecen y se hacen parte del escenario. Por lo tanto hay que estar muy atentos, especialmente con los niños/as que son los más susceptibles y lábiles al efecto de los contaminantes, a lo que se debe asociar el grado de vulnerabilidad social en que viven.
Para evaluar la dosis interna (absorbido por el organismo) es muy fundamental que la autoridad estudie marcadores de exposición, como puede ser en pelo y orina, en forma seriada en niños y/o población expuesta, a fin de vigilar el nivel en el organismo en el tiempo y relacionarlos con las intervenciones que se van realizando para mitigar el problema.
Por otra parte, hoy se hace necesario evaluar los metales pesados en el material particulado respirable, es decir en PM10 y, especialmente PM2.5, ya que los metales se absorben en mayor proporción a nivel de estas partículas, ya que una fracción del polvo se inhala y otra se deglute por los mecanismos de defensa propios del sistema respiratorio.
Esto hace muy relevante que las zonas mineras cuenten con sistemas de monitoreo de calidad del aire instaladas en diferentes localidades, los cuales no solo midan los contaminantes primarios y algunos secundarios, sino que se determinen periódicamente -como se hace el EEUU y Europa- los metales en el material particulado y otros elementos. Esto a fin de evaluar con mayor precisión los efectos por mezclas de contaminantes en términos toxicológicos y epidemiológicos en las poblaciones potencialmente expuestas.