“Un aspecto puntual tiene que ver con el trabajo y con cuán feliz somos en él y pareciera que somos un país triste desde el punto de vista de los indicadores duros de salud, ya que tenemos uno de los índices más altos en consumo de antidepresivos y la mayoría de las causas de licencias médicas tienen que ver con salud mental”, señaló Patricio Lagos.
El miércoles 25 de junio se realizó el seminario Empresa y Vida Sana “La felicidad del hombre en la empresa”, que contó con el patrocinio de la ESP y fue organizado por la corporación La Araucana, donde el subdirector de Administración y Finanzas de la Escuela de Salud Pública, Patricio Lagos, expuso sobre “La felicidad del hombre en relación con la sociedad”.
En esta oportunidad, también expusieron los doctores Ivo Sapunar, director de la Corporación de Salud La Araucana; César del Castillo, médico oncólogo en Oncología Médica IRAM; Patricia Vergara, directora médica de Red de Salud Zonal Metropolitana, Instituto de Seguridad del Trabajo; Sergio Zamora, médico psiquiatra; y Carolina Moreno, directora de Recursos Humanos SCA Chile.
En su exposición, Lagos señaló “hay que mirar la salud desde el enfoque de determinantes sociales. Es decir, el estado de salud de una persona y de la población están íntimamente relacionados con un conjunto de aspectos que tienen que ver con educación, con condiciones de vivienda, cómo se relacionan con la sociedad, dónde está emplazada su residencia, cómo están insertos en redes sociales, etc.”.
Respecto a lo anterior indicó que “un aspecto puntual tiene que ver con el trabajo y con cuán feliz somos en él y pareciera que somos un país triste, desde el punto de vista de los indicadores duros de la salud, ya que tenemos uno de los más altos índices de consumo de antidepresivos y la mayoría de las causas de licencias médicas tienen que ver con salud mental”.
Según el subdirector de Administración y Finanzas, “da la impresión de que la imagen de felicidad, del éxito, de los bienes que se nos presenta, no nos provocara absoluta satisfacción. El hecho de que se asocie la belleza con estereotipos o que si no logro eso, si no alcanzo esa expectativa de ser tan feliz como eso, empiezo a frustrarme. Entonces tenemos sociedades segmentadas que se enferman de tristeza. Por tanto, la felicidad en la sociedad es una cuestión colectiva, según la hipótesis que aquí les planteo”.
Asimismo aseguró que “si las personas son felices, están satisfechas, existe una sensación de mejora, de agrado. La conclusión es que en esas sociedades se crece más rápido, se enfrenta colectivamente y se entra en una relación virtuosa entre el valor individual y el público. No es un proceso dicotómico”.
Patricio Lagos mencionó que “en 2011 la Organización de Naciones Unidas considera a la felicidad como el elemento clave del desarrollo de las poblaciones e invita a que tomemos medidas, que busquemos la felicidad más intencionada, a definirla por ejemplo, a través de políticas públicas”.
¿Es Chile un país feliz?
En su exposición, Lagos citó varias encuestas relacionadas con el tema que dan muestra de los resultados obtenidos. Por ejemplo que “Chile tiene buenos índices de satisfacción, ubicado junto a países como Dinamarca, Finlandia y Noruega. Es decir, nuestro país aparece dentro del primer tercio del grupo de países. La mala noticia sería que en el ranking de negatividad, acaparamos el lugar Nº 24, rodeado de países bastantes más sufridos que el nuestro, como Haití o Camboya. Algo pasa, estamos bien, pero no tanto”.
Respecto a la satisfacción personal, planteó que “la mayoría de los chilenos considera que su vida es mucho mejor que hace 10 años y el promedio de satisfacción con la vida, en una escala de 1 a 10, es de 7,3. Es decir, teniendo ese indicador como sociedad, aparece que unos están más satisfechos que otros, porque la correlación de felicidad y bienestar señala que el 90% de las personas ABC1 se encuentran muy satisfechas y el 56% del grupo E declara lo mismo. Es de- cir, existe una diferencia significativa entre los dos extremos de los grupos socioeconómicos.
Sin embargo, continúa, “la percepción de la sociedad es negativa, porque las oportunidades que el país entrega son desiguales. Hay un rechazo a las instituciones que han construido la política en Chile en los últimos 30 años. Aún así, según resultados de encuestas, el 74% de la población piensa que la felicidad depende de lo que uno mismo haga y, para otros, la belleza de la vida está en el trabajo realizado, en tener buena salud, afectos, redes”.
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