En honor al destacado salubrista y ex Director de la Escuela de Salud Pública

Develamiento placa Biblioteca Dr. Hugo Behm

Develamiento placa Biblioteca Dr. Hugo Behm

La Dra Patricia Frenz, directora de la Escuela de Salud Pública fue la encargada de dar el inicio a la actividad realzando la importancia del legado dejado por Behm “era un hombre nuestro, director de la escuela de salubridad, arrancado de este lugar luego del golpe militar, encarcelado y exiliado. Tuvo una enorme influencia mundial por su contribución al desarrollo de la epidemiología en estrecha relación con las estadísticas vitales, manifiesta, entre muchos escritos, como en el libro “la mortalidad infantil y el nivel de vida”. En nuestro caso, personifico en Hugo Behm, un epidemiólogo, que ocupaba la cátedra de bioestadística, el equilibrio de la práctica de la epidemiología con técnicas estadísticas rigurosas y las perspectivas biológicas y sociales de la salud colectiva. Desde Costa Rica en CELADE siguió desarrollando trabajos pioneros sobre los determinantes sociales de la mortalidad infantil en América Latina, una herencia vigente tanto por su contenido como método”.

Y añadió “la memoria y legado de Hugo Behm inspiran a todos los presentes y sus muchos estudiantes, colaboradores y lectores. Al develar la placa con su nombre perpetuaremos su presencia aquí en nuestra escuela para nuevas generaciones, instando a explorar nuestra actualidad y actuar en consecuencia para proyectar el futuro. Hacerlo este año es especialmente significativo. 2018 conmemora los 75 años de la fundación de la ESP y los 40 años de la declaración Alma Ata. Salud para todos. Tres palabras que resumen el compromiso con la salud y la justicia social de Hugo Behm” Dra. Patricia Frenz, directora.

En la ocasión, se escuchó el mensaje enviado por su hija Ingrid (para descargar) y se contó con la presencia de sus sobrinos director Virginia y Edwin Behm, además de su bisnieto Alejandro, quienes manifestaron su gratitud por el reconocimiento y el orgullo que significaba para la familia que desde la Escuela de Salud Pública, se rinda un homenaje al Dr Hugo Behm.
Para la Encargada Jefe de la Biblioteca Katherine Rivas también es hito importante “desde nuestra labor, como trabajadores y trabajadoras de esta Biblioteca, y también como actores políticos en los procesos de transformación social, es que hacemos nuestro el compromiso social del Dr. Behm, mediante la incorporación en nuestro quehacer cotidiano de esos mismos principios que él cultivó a lo largo de toda su trayectoria como médico salubrista. En el espacio de la biblioteca que lleva su nombre, la justicia, la libertad, la igualdad, la solidaridad, el respeto a la diversidad, son valores de resistencia a los modelos tradicionales de información impuestos por el mercado. Y esa es, creemos, la mejor manera de honrar la memoria del doctor Hugo Bhem.”

En la ocasión, los asistentes escucharon el cuento “La moneda que murió por un ideal”, el cual escribió el Dr Behm, y ganó el concurso de los presos de Ritoque en 1975, este texto llegó a la Escuela gracias al arquitecto Miguel Lawner. Tal como cuenta el Prof. Eduardo Muñoz “en una reunión de exalumnos del Instituto Nacional para conmemorar el bicentenario del colegio (1813-2013), tuve la oportunidad de conversar con Lawner sobre su periplo como prisionero después del golpe de estado. Lawner estuvo en Isla Dawson, Ritoque, donde convivió con Hugo Bhem, y en 3 Alamos. En esa ocasión le conté a Lawner que la Escuela había tomado la decisión de que la biblioteca se pasara a llamar Dr. Hugo Bhem. Hablamos entonces del cuento de Bhem que él ilustró y me prometió hacerme llegar el texto. La promesa se materializó un año después. Fue así como llegó a la escuela el ejemplar que hoy se leyó en la ceremonia de inauguración de la placa”.-

Hugo Behm, legado e historia

La vida de Hugo Behm Rosas, considerado por sus contemporáneos uno de esos pocos médicos que sabían de números, tiene los signos inciertos y las interrogantes que entrecruzan las cifras con el azar.
Nacido el 26 de febrero de 1913, de Víctor Behm Gálvez, admirador de Inglaterra y profesor de inglés y de la doctora Fresia Rosas Santiago, defensora y organizadora de las mujeres, vivió su infancia entre Santiago y Tacna. Criado en el seno de una familia culta y sensible, junto a sus tres hermanos Héctor, Hernán y Hebe, prontamente debieron volver a Santiago, pues el trato igualitario a vencidos y vencedores en una zona fronteriza marcada por la guerra reciente, les granjeó animadversiones oficiales. El continente, las fronteras, las desigualdades, la violencia, volverían a enlazarse con su vida y con las cifras.

Titulado en 1936 como médico en la Universidad de Chile, Hugo Behm se concentró en la tuberculosis. No sólo en su tesis sobre las controversias acerca de la utilidad terapéutica del neumotórax, sino escogiendo la tisiología como su vocación. Los idiomas y los números lo acompañan en ese texto, citando producciones en alemán, inglés y francés, y buscando en los grandes números respuestas a las interrogantes empíricas. El 4 de marzo de 1939 se casa con Mafalda Ammazzini Muñoz, su compañera por 68 años, con quien tiene sus dos hijos, Ingrid y Jorge.
Desde su titulación hasta su derivación a la salud pública no sólo fue tisiólogo en el Hospital San José, sino que además ya en 1945 acudió a la Escuela de Salubridad a fortalecer sus destrezas estadísticas. En 1948 publicó en Chest su trabajo acerca de tuberculosis traqueal, trabajando con 667 casos y buscando regularidades y respuestas a sus hipótesis.

Desde 1953 lo encontramos en la Escuela de Salubridad como profesor y publicando investigaciones clínicas junto a Moisés Brodsky, Enrique Pereda, Salvador Díaz, Hernán Durán. A la par de sus inquietudes vinculadas a la clínica, Hugo se va impregnando de las ocupaciones demográficas, poblacionales y de las desigualdades en las cifras de mortalidad.

En 1962 publica en la editorial universitaria su clásico Mortalidad infantil y nivel de vida. Con una portada de Roser Bru y diseño editorial de Mauricio Amster, este trabajo constituye la mayor obra de la salud pública cuantitativa chilena del siglo XX. Están aquí en un mismo texto y entrecruzadas, las cuestiones propias de las estadísticas oficiales, como también las de la modelación matemática y las pruebas de hipótesis. El científico y el administrador se unen en este texto, junto al conocedor de su país y al crítico de injusticias y desigualdades. El arte de la portada y el arte de su contenido se han alimentado mutuamente para hacer de este texto una obra actual y viviente. A partir de 1968, Hugo Behm se transforma en el director de la Escuela de Salud Pública y en el articulador de un equipo de investigadores, trabajadores de salud y académicos, que sin solución de continuidad eran parte del Servicio Nacional de Salud y de la Universidad de Chile. Son los tiempos de medicina preventiva integradas a las clínicas en el Borja, del Centro de Demostración de Medicina Integral de Quinta Normal, del Centro de Antropología Médico Social. También son los tiempos de la reforma universitaria, en que Hugo Behm cumple tareas en la Facultad como Vicepresidente de la Comisión de Planificación y Presupuesto.

Durante su dirección, la Escuela de Salud Pública fue reconocida como una avanzada mundial de la disciplina por autoridades de la talla de Milton Terris.

Tras el golpe de estado y considerando la necesidad “garantizar una armónica convivencia universitaria…y el imperativo de lograr una docencia objetiva y pluralista” Hugo fue expulsado de la Universidad de Chile en abril de 1974, bajo la irónica figura de la aceptación de una renuncia supuestamente voluntaria. Tres meses más tarde, sería detenido en su hogar y retenido sin información de su paradero durante un mes en el campo de detenidos políticos de tres álamos. Trasladado a Ritoque, permanecería allí hasta septiembre de 1975, en que saldría junto a cerca de 80 compañeros, exiliado hasta Panamá y de allí a Costa Rica.

Acogido por CELADE en su exilio, Hugo fue nombrado vicepresidente de la APHA para América Latina en 1975 y aunque tuvo dificultades para ingresar a la reunión, finalmente logró estar de cuerpo presente.
Desde Centroamérica Hugo retomó su preocupación por las cifras latinoamericanas de estadísticas vitales, como expresión de desigualdades. Un enfoque en la dimensión continental, cimentada en la colaboración con Organización Panamericana de la Salud, CELADE y Milbank Fundation a principios de los años 60, tomó la forma de publicaciones específicas y comparativas. Su trabajo Las desigualdades sociales ante la muerte en América Latina, resume estos esfuerzos avanzando sobre dimensiones materiales como la vivienda y las cuestiones étnicas. El texto está inscrito en los efectos de las crisis de los 80 para el continente, la década perdida y sobre la cual cabalgarían los procesos de desmontaje de las estructuras públicas de atención de enfermedad. Behm al cerrar su texto, aunque reconoce la parcialidad de las políticas implementadas, las valora y se propone evidenciar su aporte: “Estas políticas no son una solución integral del problema y su eficacia y eficiencia están limitadas por las mismas condiciones estructurales que generan el problema de mortalidad. No obstante, si ellas son políticamente factibles, constituyen una respuesta cuyo alcance debiera ser evaluado”.

Hugo Behm falleció el 28 de abril del 2011 en su exilio costarricense.

Fuente: http://www.saludglobal.uchile.cl/sglobal/es/index.php/noticias/destacados/142-dr-hugo-behm-un-pionero-de-la-salud-global

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